¡Estamos hablando de finales del siglo XVII!
Muy audaz para la época, se puede ver California como una isla, algo que era común en los mapas de ese tiempo. Otras regiones del globo, por entonces desconocidas, también se imaginan de forma encantadora, como una imaginaria Australia o esa especie de cordillera que recorre el Ártico. Ahora bien, la audacia del cartógrafo imaginando el fondo oceánico impresiona porque, aunque no vaya a aparecer una dorsal, ni mucho menos, los profundos abismos marinos imaginarios que aquí vemos tienen cierto parentesco con los reales.
El mapa fue realizado en 1694 por Thomas Burnet para la obra Telluris Theoria Sacra. Otra curiosidad, el supuesto paso del Noroeste no aparece por ninguna parte, toda una herejía para la época, sobre todo viniendo de un inglés (el mapa que aquí aparece pertenece a una versión del libro publicada en Holanda).
Fuente: La Cartoteca.
Muy audaz para la época, se puede ver California como una isla, algo que era común en los mapas de ese tiempo. Otras regiones del globo, por entonces desconocidas, también se imaginan de forma encantadora, como una imaginaria Australia o esa especie de cordillera que recorre el Ártico. Ahora bien, la audacia del cartógrafo imaginando el fondo oceánico impresiona porque, aunque no vaya a aparecer una dorsal, ni mucho menos, los profundos abismos marinos imaginarios que aquí vemos tienen cierto parentesco con los reales.
El mapa fue realizado en 1694 por Thomas Burnet para la obra Telluris Theoria Sacra. Otra curiosidad, el supuesto paso del Noroeste no aparece por ninguna parte, toda una herejía para la época, sobre todo viniendo de un inglés (el mapa que aquí aparece pertenece a una versión del libro publicada en Holanda).
Fuente: La Cartoteca.
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